miércoles, 14 de octubre de 2015

I PARTE. COMO TOMAR GASOMETRIA ARTERIAL. CIRCULACION Y PREPARACION.

El término gasometría significa medición de gases en un fluido cualquiera. Se puede realizar una gasometría en cualquiera líquido biológico, pero donde mayor rentabilidad diagnóstica tiene es en la sangre, pudiéndose realizar en sangre venosa periférica, sangre venosa central y sangre arterial.

Lo primero que hay que realizar es la localización de una arteria palpable. Al elegir la zona de punción debe tenerse en cuenta la accesibilidad del vaso y el tipo de tejido, ya que los músculos, tendones y grasa, son menos sensibles al dolor que el periostio y las fibras nerviosas. Además, para reducir la posibilidad de punción venosa accidental, es preferible elegir arterias que no presenten venas satélites importantes. Por todo ello, la arteria radial es la más recomendada como lugar de punción; de forma que cuando la circulación colateral es insuficiente o es difícilmente accesible, se pueden utilizar como alternativa la arteria humeral en la fosa antecubital y en otros casos incluso la arteria femoral. Es importante resaltar que esta última debe evitarse a menos que se agoten todas las primeras opciones.




Una vez elegida y palpada la arteria, hay que comprobar la viabilidad de la circulación colateral suficiente; para ello se realiza la maniobra de Allen, que demuestra el flujo colateral a través del Arco Palmar Superficial. Para ello se pide el enfermo que abra y cierre vigorosamente el puño, tras haber localizado y comprimido la onda de pulso radial y cubital. Tras 5-10 flexoextensiones suele aparecer palidez isquémica palmar. Con la mano del enfermo extendida, se libera la compresión cubital y se registrará el tiempo necesario para que reaparezca la coloración palmar habitual. En general, se considera que la circulación colateral es adecuada si reaparece en menos de 15 segundos.




La anticoagulación de la muestra sanguínea con heparina sódica es imprescindible, pero una cantidad excesiva puede artefactar los resultados (disminución de la pCO2 y del HCO3, y altera la determinación de la Hb). Por lo que se recomienda utilizar preparados de Heparina poco concentrada, humidificar el émbolo y la jeringa de extracción; y evitar que quede heparina libre en el interior de la jeringa. En caso de que la gasometría se emplee también para efectuar la medición simultánea de iones debe utilizarse HBPM.

Si tras extraer la muestra se observan burbujas de aire en el interior de la muestra, se deben extraer inmediatamente, con la jeringa en posición vertical. Tras ello hay que sellar la jeringa con un tapón y agitarla para disolver la heparina. Si esto no se hace correctamente se formaran microcoágulos que pueden hacer variar los resultados.



Una vez obtenida la muestra debe mantenerse en condiciones estricta de anaerobiosis, hasta que se lleve a cabo el análisis. Entre la extracción y su análisis no deben pasar más de 10-15 minutos. Si se prevé que el tiempo será superior, la muestra debe guardarse en hielo triturado. Con ello se enlentece el metabolismo eritrocitario y se evita la disminución de la pO2 y el aumento de la pCO2, que se producen con el paso del tiempo en condiciones de temperatura ambiental. Este artefacto puede ser importante en pacientes con Leucemia y Trombocitosis.


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